El pasado viernes 20 de diciembre del 2013 tuvo lugar la exposición a
cargo del señor Jesús Pérez Espinosa,
licenciado en Química y antiguo profesor de Física y Química del centro. El
motivo de la exposición era conmemorar el centenario del modelo atómico de
Bohr.
La charla empezó con una imagen peculiar en la que se mostraban dos
senderos donde explicaba diferencias entre la Física Clásica y la Física
Cuántica; seguidamente, pasó a contar los logros de Niels Bohr y algunas
cualidades propias de este científico, entre las cuales una que me llamó la
atención fue que era lento para pensar.
Jesús continuó
hablándonos de la Mecánica Cuántica, donde gracias a Plank y su idea de la
energía cuantizada, Bohr pudo formar su modelo atómico, el cual - para los que
no lo conozcan – se basa en los tres siguientes principios:
1.- Los electrones giran alrededor del núcleo en órbitas sin emitir
energía.
2.- Sólo están permitidas aquellas órbitas en las que se cumple que el
valor del momento angular es:
L = m·v·r
= n · h / 2p , siendo n el número cuántico principal.
3.- Cuando un átomo se excita, el electrón absorbe un fotón de energía
y pasa a órbitas superiores, y cuando vuelve a órbitas más bajas, emite energía
en forma de fotón, dando lugar a espectros atómicos discontinuos.
En este momento, Bohr
se convierte en una de las personas más importantes en la Mecánica Cuántica
junto a De Broglie (movimiento ondulatorio de los electrones), Schrödinger
(función de onda del electrón), Heisemberg (principio de incertidumbre) y Paul
Dirac (ecuación Dirac del electrón). A continuación, mis compañeros de la sala
y yo pudimos observar el progreso de la ciencia a lo largo de la historia con
ejemplos como el descubrimiento de la palanca hace un millón de años, el paso
del mito al logos en el siglo VI a.C. en Grecia, el heliocentrismo en el siglo
XVI, y la búsqueda de los límites de la ciencia ahora en el siglo XXI.
Tras esto, se nos
planteó una pregunta: “¿La ciencia es subjetiva o objetiva?”. Esta pregunta
desembocó en una disputa entre Popper, quien defendía una idea objetiva de la
ciencia, contra Khun, quien decía que la ciencia era subjetiva. Personalmente,
yo veo la ciencia como algo subjetivo, ya que tú eres quien elige qué estudiar,
qué investigar en cada momento, debido a cada situación. Un ejemplo que puso
Jesús fue: “¿En una guerra, qué importa más: estudiar la cura para una
enfermedad de un perro, o dar un paso por delante a las armas del contrario?”
La respuesta es obvia, por lo que nosotros decidimos qué escogemos. Y así
finalizó la exposición, con la misma imagen que al principio: dos caminos, una
bifurcación que simboliza que en la vida, al igual que en la ciencia, hay que
elegir.
Un par de segundos de
silencio y empiezan a oírse los aplausos. La gente se levanta, y mientras va
abandonando la sala, algunos profesores le felicitan. Eché una mirada atrás y
le vi una sonrisa. Se lo había ganado: no sólo se había preparado una
exposición de dos horas con sus imágenes y su memorización, sino que nos hizo
reflexionar y nos acercó algo más a la ciencia. ¡Enhorabuena!
Luís Vicente Clausell Amor,
1º Bachiller CT
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