Reprenem el nou curs encara amb la crònica d'una de les activitats pendents d'explicar.
Una de les nostres alumnes del Programa, Nancy Soare, ja coneguda per la seua participació en altres activitats ens narra aquesta experiència inoblidable.
UNA EXPERIENCIA INOLVIDABLE
Cuando me dijeron que podía presentarme a los Campus Científicos de Verano, no me sentía con muchos ánimos. Pensaba que no sería capaz de superar ese examen vía on line que teníamos que hacer. Había demasiada competitividad, muchas personas más inteligentes que yo... Al final, decidida o no, esa no es la cuestión, accedí a intentarlo. Además, ¿qué perdía por intentarlo? Una buena tarde, unos cuantos alumnos más del instituto, junto con Santiago Fabregat, preparamos los papeles con muchas ganas e ilusión. También hicimos ese temido examen, la verdad, no era nada fácil.... Pero, en fin, sólo nos quedaba esperar con impaciencia la noticia: ¿nos cogerán? ¿No lo harán?
¿Cómo voy a olvidarlo? Ya faltaba poco para que se acabara el curso, si no me falla la memoria, faltaba una semana. Estábamos en clase de tutoría y entró Santiago, me dijo que me habían cogido y además en el Campus que yo había elegido como primera opción: Campus Montegancedo, Universidad Politécnica de Madrid. Cuando se lo dijeron al resto de la clase se pusieron a aplaudir. Era un sueño hecho realidad, ¿quién me lo iba a decir a mí?
Y por fin llegó el día. Hice muy ilusionada las maletas. Cuando llegué no conocía a nadie. En el alojamiento, la monitora que allí estaba, nos acogió muy calurosamente y nos presentamos. Todos éramos de diferentes partes de España: uno de Jerez de la Frontera, otra de Asturias, otro de Cáceres, de Zaragoza, de Palma de Mallorca... Aún así, falataba gente por llegar, pues venían de Atocha con las otras dos monitoras. Nos reunimos todos a la hora de cenar, más o menos, y éramos nada más y nada menos que 30, 8 chicas y 22 chicos.
Aquella misma noche se empezó a romper el hielo con un juego que las monitoras habían preparado, empezamos a hablar y hicimos buenas migas todos. El primer día tuvo lugar la presentación y bienvenida por parte del Vicedecano, Xavier Ferré Grau.
Íbamos todos los días a la Universidad y allí trabajábamos cada uno en su proyecto.
Estábamos divididos en cuatro grupos distintos, unos hacíamos biotecnología, otros hacían modelado de personajes, otros caracterización de personajes y finalmente, otros trabajaban en el proyecto de aerodinámica experimental.
Por las tardes, hacíamos excursiones a museos, al parque del retiro...Y por las noches, había velada nocturna, bien con juegos científicos, con salidas a parques o con alguna que otra película.
Al final de la semana, el viernes por la manaña, teníamos que presentar en público los resultados de nuestros proyectos.
Como recompensa a nuestro esfuerzo, fuimos a Aquopolis con el Vicedecano. La segunda semana, después de un fin de semana muy divertido; vuelta a empezar, cada uno a trabajar en su proyecto. Al final de la semana, volvimos a contar lo que habíamos aprendido. Todos estábamos bastante nerviosos, ¿nos saldría mejor que la anterior semana? Sí, a todos nos salió muy bien. Después, tuvo lugar el acto de clausura y por la tarde, a la piscina.
Me gustaría contar muchas más cosas y entrar más en detalles, pero creo que ya me he alargado lo suficiente. ¿Qué más puedo decir? Una experiencia de ésas de las que jamás se olvidan, nuevos conocimientos, nuevos amigos, dos proyectos muy interesantes... Un pequeño sueño hecho realidad. Sólo me queda dar las gracias a todas aquellas personas que lo han hecho posible. ¡Hasta siempre Montegancedo!